El pueblo garífuna, una etnia descendiente de africanos y aborígenes caribes y arahuacos originario de varias regiones del Caribe y que en Honduras habitan mayormente en la Costa Atlántica, desde Masca, departamento de Cortés, hasta el departamento de Gracias a Dios, a lo largo del tiempo ha estado sometido a constantes ataques sistemáticos que lo ha orillado al abandono, la pobreza y la muerte. Al igual que otros pueblos (como los pech, misquitos, lencas…) luchan cada día por sobrevivir en un país desigual donde terratenientes, trasnacionales y el estado burgués, usan todas sus herramientas, desde la indiferencia ante sus demandas hasta la violencia militar para cohibir y someterlos al yugo del capitalismo, es decir, al racismo, al hambre y al desalojo de sus tierras.
Una muestra de toda esa opresión son los hechos ocurridos el pasado 18 de julio donde personas armadas y con uniformes de la Dirección Policial de Investigación (DPI), secuestraron a cuatro miembros y activistas sociales de la comunidad garífuna de El Triunfo de la Cruz, en Tela, Atlántida. Sobre esta situación no se ha visto algún pronunciamiento del gobierno que responda a las denuncias de las comunidades a las que pertenecen los secuestrados, es más, en lugar de mostrar interés por el caso, el gobierno mandó a reprimir las protestas que se generaron exigiendo el retorno de los secuestrados.
El 21 de julio, y como muestra de que al gobierno de Juan Orlando Hernández no le interesa en absoluto los problemas de las comunidades étnicas, los policías se dedicaron a desalojar las protestas que pacíficamente se desarrollaban en varios puntos del país, tal es el caso de la manifestación de los pobladores de las comunidades de Nueva Armenia y Corozal, cuyos manifestantes no recibieron más que gases lacrimógenos en su búsqueda de un accionar del gobierno para dar con los secuestrados.
En Honduras no ha habido iniciativas del gobierno para luchar contra los problemas que son el pan de cada día de los garífunas, ningún gobierno se ha preocupado por su bienestar, más bien año a año, y con la crisis sistemática del capitalismo que crece cada día, las tensiones se han recrudecido. Según los protestantes, el rapto de las cuatro personas está relacionado a conflictos de tierras y tiene mucho sentido suponer que algún terrateniente está involucrado en el caso, hay muchos señalamientos que así lo demuestran.
Como informa Criterio HN: “en los últimos días, la coordinadora de la Organización Fraternal Negra de Honduras (OFRANEH), Miriam Miranda, alertó a la comunidad nacional e internacional sobre la presencia de cuerpos armados que en los últimos días han estado merodeando la zona garífuna sembrando el terror entre la población”.1
Además, ante los hechos OFRANEH introdujo un Habeas Corpus en el Juzgado de Letras de Tela. Este organismo, que es importante para la comunidad garífuna, ha demostrado que, “Desde hace dos décadas empresarios, narcos y palmeros, empezaron a aterrorizar la comunidad Garífuna de Triunfo de la Cruz”.2
Pero todo este conflicto no es nuevo, sino que corresponde a siglos de explotación y marginación, la situación en la que estaban sometidos antes, desde su llegada hace siglos, sus vidas poco han mejorado, porque hoy siguen siendo un sector de la población muy marginado cuyos derechos básicos pueden ser pisoteados en cualquier momento.
Muchos garífunas han perecido en la lucha por defender sus tierras y sus tradiciones sin tan siquiera ser mencionados en los diarios y/o noticieros. Los problemas sociales y económicos en los que han vividos por siglos, aunque son gigantes, ante la vista de todos parecen invisibles y todo es culpa del estado de la burguesía que prioriza sus ganancias antes que la vida de miles de personas y, en su búsqueda de masacrar la naturaleza, acecha la vida de los garífunas como una serpiente que se arrastra entre las hojas y ataca liberando todo su veneno en las victimas sin hacer el menor ruido.
Como marxistas entendemos que dentro del capitalismo existen conjuntos sociales que sufren múltiples opresiones superpuestas, en general una persona garífuna, por dar un ejemplo, sufrirá más opresiones económicas y sociales que una persona blanca pero aunque parezca que esto es una lucha solo de interés para los garífunas, pero no es así, desde el marxismo creemos que ninguna forma de opresión puede ser entendida sin la lucha de clase y es así que sabemos que su lucha debe incluir a todos los oprimidos en el capitalismo.
Asimismo, hacemos un llamado a todas las organizaciones sociales a que se pronuncien por este atropello hacia los derechos de nuestros hermanos garífuna pues la lucha de cualquier minoría en el país es la lucha de todos de los oprimidos.
Los garífunas deben organizarse en comités de lucha que se dediquen a velar por sus intereses como oprimidos y hacerle frente de manera audaz a la dictadura de JOH que no es capaz de responder ante sus demandas y que se dedica a apoyar a los criminales, la solución no está en el gobierno, está en el derrocamiento del Estado burgués y para una emancipación real es necesaria la lucha por el socialismo.
La opresión de los garífunas es un problema del capitalismo, nosotros luchamos por un sistema más humano que trascienda los límites de la propiedad privada y Estado burgués que hoy sin duda son los responsables de la miseria en la que se encuentran los garífunas y los más de cinco millones de hondureños que viven bajo el umbral de la pobreza.
¡Exigimos enérgicamente la aparición de los garífunas desaparecidos!
¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!
Notas:
- ¡Alerta! Policía reprime a comunidades que protestan contra secuestro de garífunas. (2020). Recuperado 23 de julio de 2020, de Criterio HN website: https://criterio.hn/alerta-policia-reprime-a-comunidades-que-protestan-contra-secuestro-de-garifunas/
- Aumenta tensión y protesta por rapto de garífunas. (2020). Recuperado 23 de julio de 2020, de El Libertador website: AUMENTA TENSIÓN Y PROTESTA POR RAPTO DE GARÍFUNAShttp://www.web.ellibertador.hn/index.php/noticias/nacionales/2116-honduras-aumenta-tension-y-protesta-por-rapto-de-garifunas/
