Después de 10 años de gobiernos del FMLN, en los que las demandas revolucionarias fueron hechas a un lado por la dirección burocrática del partido, es necesario que hoy desde las organizaciones de la clase obrera las traigamos nuevamente a la mesa y las pongamos en la agenda de la lucha política.
Para nosotros el programa con el cual el partido revolucionario se presenta a las elecciones burguesas es de suma importancia, este debe partir de las condiciones y demandas más inmediatas de la clase obrera, asimismo debe poner en evidencia los límites de la democracia burguesa a los ojos de las clases explotadas y avanzar con medidas transitorias hacia el socialismo. Es en este proceso en el que las reivindicaciones democráticas se van agotando y los oprimidos que se encuentran en la miseria no perciben un cambio fundamental en sus vidas, se hace inevitable la lucha por demandas más amplias y por tanto revolucionarias, que rompan necesariamente con el orden burgués y orienten el proceso hacia la intervención directa de las masas para la solución de sus propios problemas. Tal es pues la importancia fundamental de plantear un programa amplio y transitorio de demandas básicas, por medio del cual se consoliden las bases para un programa máximo de reivindicaciones socialistas.
Esta es una de las tareas prioritarias de la dirección y el partido revolucionario, sin la cual es imposible avanzar hacia la revolución socialista. La incomprensión de este importantísimo detalle nos puede llevar a un sinfín de errores y por tanto a un retraso enorme en la necesaria transformación de la sociedad.
En toda Latinoamérica ha quedado demostrada la incapacidad del reformismo, la absurda idea de encontrar una tercera vía entre capitalismo y socialismo, o en el peor de los casos latraicionera política de intentar humanizar el capitalismo. En la actualidad,somos testigos de que estos intentos absurdos aplicados por los actuales gobiernos de izquierda, conducen inevitablemente no a la elevación de vida de los trabajadores, sino a la reacción brutal de la burguesía. Lejos de establecer las bases para el socialismo se establecen las bases para la decepción y la frustración de las masas, permitiendo así el ascenso de gobiernos reaccionarios, como en Brasil y Argentina. En la práctica, no son las ideas revolucionarias las que están fracasando, sino la política cobarde y reformista de los dirigentes del proletariado actual, que han abandonado la revolución socialista que necesitan las masas y se han limitado a la lucha estéril del parlamentarismo burgués, sucumbiendo a las presiones de los amos, los multimillonarios del mundo capitalista.
Muchos de los partidos de izquierda en el mundo han abandonado el programa de la revolución socialista. Las ideas del marxismo revolucionario les parecen viejas e inadecuadas, sin embargo, estas tienen mucha más relevancia hoy que hace cien años. El nivel de desarrollo de las fuerzas productivas de la actualidad ha establecido las bases para el desarrollo de una sociedad justa e igualitaria. El socialismo lejos de lo que muchos piensan es más posible hoy que años atrás.
Pero si esto es correcto, ¿qué es lo que impide que haya una transición del capitalismo hacia al socialismo? El freno fundamental para que se pueda dar esta transición, es la ausencia de un partido y una dirección revolucionaria a la altura de los procesos revolucionarios; no creemos,como los frustrados intelectuales de izquierda que exclaman con lágrimas en sus mejillas que esto se deba al nivel de conciencia de las masas. Estos “dirigentes” realmente son incapaces de ver que las masas explotadas y trabajadoras durante más de una década han luchado heroicamente contra todo tipo de gobiernos reaccionarios en toda Latinoamérica, han tumbado dictaduras y gobiernos reaccionarios, sin embargo, ha faltado una dirección capaz de guiar a las masas hacia la toma del poder y hacia la construcción del socialismo. Por eso los marxistas le damos una importancia vital a la construcción del partido (internacional) de los trabajadores y de las capas oprimidas de la sociedad, así como a sus métodos de lucha y su programa.
Nuestro objetivo es dar la lucha por nuestras demandas más sentidas, creemos que un gobierno de izquierda revolucionario y socialista se tiene que posicionar firmemente en contra de los grandes empresarios y banqueros, y dar pasos decisivos por parte de un gobierno en donde la clase trabajadora pueda decidir de forma clara hacia donde se deben dirigir las políticas económicas y sociales. El socialismo solo será posible cuando desaparezca la propiedad privada de los medios de producción y estos sean controlados por los trabajadores, cualquier otra cosa es reformismo y por tanto una traición a los intereses de los oprimidos.
El programa del Bloque Popular Juvenil (BPJ) trata de vincular las luchas más sentidas de la clase trabajadora salvadoreña con la lucha por la transformación de la sociedad, consideramos que para dar solución a nuestras problemáticas se deben aplicar las siguientes consignas como alternativas básicas para enfrentar la crisis actual, y que para tener una base material deben necesariamente vincularse con la lucha por el socialismo.
Para nosotros es fundamental que un programa revolucionario responda a una de las condiciones más fundamentales para la existencia mínima de la persona, en una sociedad capitalista: el derecho al trabajo digno. La actual crisis y la decadencia de la industria y economía salvadoreña, han condenado a miles de personas al desempleo crónico o al sub-empleo creciente y,por tanto,a la degradación de la sociedad en general.Los casos barbáricos de asesinatos y feminicidios son la expresión más clara del actual estado de putrefacción de la sociedad burguesa.
El desempleo actual de la sociedad salvadoreña ronda el 7.5 % y la economía informal como alternativa sigue creciendo a expensas del empleo formal. Sin embargo, en la industria y el comercio los trabajadores siguen teniendo extenuantes jornadas laborales conun pésimo salario, hay quienes llegan incluso a cumplir hasta60 horas laborales (si no es que más) en tan solo una semana, y esto por un par de dólares extras al salario mínimo. Tal situación es la expresión de un sistema capitalista contradictorio y absurdo que tiene como fin principal la acumulación de riqueza en pocas manos, a costade la explotación laboral de millones de seres humanos, por lo cual debe ser transformado de raíz.
Ante esta situación proponemos la reducción de la jornada laboral actual de 44 horas a 34 horas sin reducción salarial y la distribución del trabajo existente entre lamano de obra disponible, esto permitirá acabar con el cáncer social del desempleo paulatinamente, no puede ser posible que mientras unos trabajan exageradamente otros no puedan hacer uso de su fuerza de trabajo para garantizarse una vida digna. A la par de estas medidas tendría que establecerse la escala móvil de salario, esto significa que el salario debe seguir el ritmo de aumento de los precios de la canasta básica, esto evitará que el salario se vea afectado por la inflación.
Desde el gobierno debe lanzarse un plan estatal de construcción de obras públicas que sea financiado a través de una reforma fiscal revolucionaria, reforma que haga que los millones que no se perciben ahora por la elusión y evasión fiscal (valorada este año en más de 2 mil millones de dólares) sean invertidos en infraestructura estatal. Las familias de la clase obrera necesitan más escuelas, universidades, hospitales, centros recreativos, carreteras, puertos y aeropuertos para el comercio. Este plan de inversión reactivará la economía y a la misma vez creará cientos de empleos directos e indirectos.
Para impulsar estas medidas se necesita que el gobierno central obligue a las empresas explotadoras a permitir la creación de comités de huelgas y sindicatos; y desde el gobierno central se deapertura revolucionaria a los sindicatos, a los comités de huelga en los centros de trabajo, solo a través del establecimiento de condiciones favorables a la sindicalización será posible iniciar un proceso de lucha abiertamente revolucionario. Toda empresa que se niegue a cumplir con esta orientación, debe ser nacionalizada y puesta a andar bajo gestión de los trabajadores, solo esta lucha frontal y decidida podrá establecer las garantías fundamentales a la sindicalización.
Sobre la declaración de quiebra de fábricas y almacenes,el gobierno debe eliminar el secreto bancario para que todo trabajador de las empresas que se declaren en quiebra pueda comprobar las finanzas de éstas. En caso de ser cierto o ser solo una excusa para sabotear las medidas del gobierno y las exigencias de los trabajadores, el gobierno debería proceder a la nacionalización de la empresa sin indemnización para los burgueses.
En el caso de la seguridad social, a pesar de las últimas luchas por una pensión digna no se han tenido los resultados más favorables para la clase obrera, los trabajadores seguirán percibiendo una pensión miserable al llegar a la vejez, mientras el Estado se conduce en línea ascendente hacia el endeudamiento interminable, deuda que terminará pagando la generación actual y las futuras generaciones. La privatización del sistema de pensiones ha sido uno de los negocios más jugoso de los empresarios dueños de ARENA. Una política revolucionaria debe contemplar la nacionalización absoluta del sistema de pensiones sin indemnización alguna para los vampiros empresarios de las AFP, según Transparencia Activa: “En conjunto, las AFP registran ganancias promedio de $252.1 millones, con una rentabilidad de 38 %. Desde que se privatizó el sistema, a la fecha han ganado $1,748 millones entre la prima del seguro y la comisión de administración del fondo”. Basta de hacer negocios con nuestros intereses y necesidades, luchemos por un sistema estatal de pensiones, por el control del Estado, por pensiones dignas y justas, vitalicias y universales para la clase trabajadora.
En todo este proceso la movilización de las masas de trabajadores, sindicatos, organizaciones comunitarias, entre otras; debe ser el arma más poderosa para doblegar a la reacción, los decretos impulsados por el gobierno en favor de las clases oprimidas deben ser defendidos en las calles por la movilización de los trabajadores, el gobierno debe hacer que el movimiento haga suyo todo el programa de demandas y reivindicaciones revolucionarias y socialistas, deben defenderse con movilización y lucha cada una de las medidas que se tomen en su favor.
Un gobierno revolucionario debe inscribir en su bandera la austeridad total de sus candidatos a elección popular, ningún funcionario público puede ganar más de lo que gana un obrero cualificado o,en términos concretos,no más de 3 salarios mínimos. Un gobierno revolucionario también debe acabar con los gastos suntuosos e innecesarios del aparato del Estado (viajes, autos de lujos, banquetes, seguros médicos privados, entre otros).
En la medida en que las organizaciones del pueblo, sindicatos, organizaciones comunitarias y otras, se involucran en resolver los problemas de la sociedad (gestionar obras, administración de recursos,etc.), el Estado deberá ir reduciéndose paulatinamente y con ellos reduciendo también el gasto en burocracia. Un partido revolucionario debe lograr acabar con el monstruoso e ineficaz aparato del Estado construido por la burguesía y sustituirlo por la organización del pueblo en todos los ámbitos de la sociedad.
El gobierno debe impulsar también una reforma fiscal revolucionaria dejar de lado las tímidas reformas del pasado, haciendo que los que tienen más paguen más, acabando con la elusión y evasión fiscal que siempre han sido una hemorragia constante en las finanzas del Estado. Contradictoriamente y como es la norma en el capitalismo, mientras unos evaden millones en impuestos y tributos, los trabajadores son sometidos a pagar sus impuestos, aun si esto significa reducir el sustento diario. La situación fiscal en el país es totalmente reaccionaria, el portal de Transparencia Activa apunta que: “Bajo la actual estructura de ingresos tributarios en El Salvador, los impuestos pagados por los hogares representan el 79.6 % del total de los ingresos públicos, mientras que los pagados por las empresas, el 20.4%”.Lo cual significa que de cada dólar percibido por el Estado 80 centavos provienen de la clase trabajadora y la clase media, y solo 20 centavos de los millonarios empresarios.Esto es insostenible, una reforma tributaria revolucionaria debe contemplar la eliminación de los impuestos que más afectan a la clase obrera en general, desde el IVA hasta los últimos tributos o contribuciones especiales impulsadas por el FMLN, y por consiguiente aplicar más impuestos a los capitalistas a partir de sus ganancias y los bienes suntuosos, nacionalizar el comercio exterior y a todas las empresas que se opongan a estas medidas.
Para evitar la fuga de capital y la baja en la inversión económica que realizará la burguesía por el aumento a los impuestos, el Estado debe pasar a nacionalizar la banca, la industria y las grandes extensiones de tierra que por boicot económico abandonarán los capitalistas, o en el caso de la industria y la banca serán utilizadas para financiar la contrarrevolución.
Ante el desempleo, bajos salarios y la extenuante jornada laboral
El desempleo en nuestro país es trágico. La tasa oficial de desempleo es de 6.9 %. Esto es totalmente falso y engañoso. Basta mencionar que más de la mitad de la PEA (Población Económicamente Activa) trabaja en el sector informal de la economía. Es necesario luchar porque más personas tengan acceso a un trabajo digno. Esto se puede lograr, como ya mencionamos en la introducción, disminuyendo la jornada laboral a 34 horas semanales sin reducción salarial, con lo cual se aumentarían los puestos de trabajo. Los políticos burgueses se quejan amargamente de la migración, el desempleo y criminalidad, pero no ofrecen ninguna alternativa seria.
Los marxistas exigimos que cada puesto de trabajo vacante por jubilación u otra razón sea cubierto con un joven desempleado y mientras no se generen nuevos empleos, para mitigar los efectos del desempleo juvenil, se reparta el empleo entre todas las manos existentes y cumplir con la jubilación a los 60 años de edad en hombres y 55 en mujeres o a la jubilación por los 25 años de trabajo, tal y como lo manda la ley, así como un bono de desempleo para aquel joven trabajador que no logre encontrar un empleo pueda subsistir dignamente.
La lucha contra los topes salariales y por la defensa y creación de empleo es una lucha por nuestra sobrevivencia y nuestro futuro, cada despedido de hoy es un puesto de trabajo menos mañana. También debemos luchar contra el trabajo eventual, exigiendo la obtención de la plaza a los 15 días de trabajo. Tenemos que luchar contra la discriminación salarial, no es posible permitir que por tener menos de 18 años se cobre menos, a veces la mitad, que un trabajador adulto, ni aceptar que por ser mujer debas recibir menos paga. ¡A igual trabajo, igual salario! También tenemos que luchar contra la utilización de los jóvenes como mano de obra barata y quitando empleos a través del Servicio Socialno remunerado.
Mientras una pequeña minoría monopolice la propiedad de los medios de producción, apropiándose de toda la riqueza creada por la clase trabajadora, no puede haber solución para los problemas de la juventud y la clase trabajadoraen general. Se debe luchar por:
- Disminución de la jornada laboral a 34 horas semanales sin disminución de salario
- Ninguna discriminación salarial por razón de edad, sexo u orientación sexual
- Por un salario mínimo de $400
- Derechos sindicales y laborales para los trabajadores eventuales
- Obtención de la plaza a los 15 días de trabajo
- No a la afiliación sindical obligatoria, por la libre participación y discusión de ideas en la vida sindical
- Jubilación con una proporción justa, no menor al 100 % del salario real y cubrir ese puesto con un joven, cobrando cuando menos el salario mínimo con escala móvil de salarios
- Jubilación a los 25 años de trabajo sin límite de edad
- Horas extras solo bajo acuerdos de los sindicatos y asambleas de trabajadores
- Rotación de turnos en los trabajos con garantía del pago completo de las horas nocturnas. Y que esto sea decidido por los sindicatos y asambleas de trabajadores democraticamente.
- Por 30 días de vacaciones pagadas y dos aguinaldos al año equivalentes cada uno a 30 días de salario
- 100 % de salario real en caso de enfermedad, accidente o vacaciones
- Conformación de comités de seguridad e higiene bajo control obrero en todos los centros de trabajo
- Reparto del trabajo entre todas las manos existentes, manteniendo el 100 % de salario real de la jornada si se diera una reducción de la misma
- Ni un despido más, por un puesto de trabajo para todos los jóvenes
- Plan de obras públicas para la creación de empleo
- Seguridad social y transporte gratuito para los trabajadores desempleados
- Un puesto de trabajo o un subsidio de desempleo indefinido pagado por el Estado
- Control de precios y expropiación de las empresas acaparadoras de los productos alimenticios
Por la nacionalización del sistema de pensiones, por un sistema integral y estatal bajo el control de los trabajadores.
La lucha por la nacionalización de las pensiones no está desconectada del todo, y tiene una relación inmediata con el sistema de explotación capitalista, así que toda propuesta para resolver este problema de raíz inevitablemente debe considerar este punto de partida.
La razón por la que la nacionalización del sistema de pensiones no es una propuesta a considerar en la Asamblea Legislativa se debe principalmente a que toca los intereses de los capitalistas y en segundo lugar, por el lado de los reformistas de izquierda, a que no hay confianza en el poder revolucionario de los trabajadores, y se pretende solventar los grandes problemas de las masas en la Asamblea Legislativa con negociaciones, haciendo de la utilización revolucionaria de los espacios en el Estado burgués una vil caricatura, que en nada se corresponde a la idea de utilizar estas instancias para demostrar sus límites y su imposibilidad de resolver los problemas de las masas para luchar por la transformación revolucionaria del Estado burgués al Estado socialista de los trabajadores.
Han pasado décadas desde que se ha puesto en marcha el sistema privado, y siempre hemos escuchado el argumento que la aritmética parlamentaria no nos favorece para revertirlo. Los reformistas de izquierda han hecho de la aritmética parlamentaria el fin último de su política, han abandonado el objetivo fundamental de la revolución, que puede partir del agotamiento de las reformas progresivas.
Esta idea ha sido sacada de los discursos de la izquierda en los últimos años, pero la realidad es concreta y los acontecimientos de los últimos meses están poniendo sobre la mesa la necesidad de debatir hasta qué punto el método estrictamente electoral, sin hacer uso de las movilizaciones y huelgas de los trabajadores, podrá resolver nuestros problemas más profundos y detener la ofensiva de la derecha.
Como revolucionarios debemos luchar por:
- Nacionalizar el sistema de pensiones sin indemnización para los dueños de las AFP, retornando a un sistema de capitalización colectiva, eliminando todo tipo de cuenta individual, esto permitirá que las generaciones de trabajadores actuales como cotizantes resuelvan el problema de los pensionados y jubilados de hoy, mientras la generación siguiente se encarga de la próxima.
- Administración obrera, con un modelo en donde un tercio de la administración sea a través de los sindicatos, otro a través de los trabajadores no sindicalizados, y un tercio de los trabajadores del Estado.
- La única forma de acabar con los problemas de sostenibilidad financiera es acabando con el desempleo y el empleo informal, este nuevo sistema debe incluir progresivamente a todos los trabajadores que no están afiliados y que están laborando, que pertenecen al sector informal o son trabajadores por cuenta propia, esto ampliará la cobertura.
- Ampliando la cobertura también se eleva el monto de las pensiones individuales. Sin embargo, la lucha por elevación del nivel de pensiones debe ir acompañado por una lucha por la elevación de los salarios de todos los trabajadores.
- La nacionalización del sistema debería estar acompañado de la reducción de la jornada laboral de 44 horas semanales actuales a por lo menos 34 horas en todos los niveles de producción para acabar con el desempleo masivo, distribuyendo el trabajo existente en las manos existentes.
Ante la inseguridad: comités de autodefensa comunal y obreras
El final de la guerra y la crisis del capitalismo provocaron una agudización de la delincuencia en los últimos años.Para combatir este mal endémico del sistema capitalista los marxistas proponemos un frente común, el cual debe actuar con medidas inmediatas. Es necesario que los obreros organicen comités de autodefensa armados para poder defenderse de estos ataques.
En las comunidades donde los grupos delictivos aterrorizan a la población, mientras la policía no puede resolver el problema, se hace necesario organizar comités comunales de autodefensa controlados por la comunidad, esta es la única manera inmediata de acabar con la delincuencia y evitar la proliferación de estos grupos. Estos comités podrían ser apoyados inicialmente por las autoridades (policía y ejército)yla organización local (directivas comunales, comités de desarrollo, etc.).La creación de los ya citados comités de autodefensa que tengan mandos sobre la policía local emanando de asambleas democráticas de las comunidades, barrios y colonias será más efectivo que la fallida militarización de la seguridad pública.
A la larga,el problema de la delincuencia se podrá resolver solo a partir de un desarrollo económico que incluya a todos los sectores sociales, que el lumpenaje (maras, drogadicción, indigencia, ladrones, prostitución, etc.) sea sustituido por el empleo y el salario digno, y esto es una urgencia que debe animar a una política económica abiertamente socialista. Combate a la delincuencia organizada, expropiación de sus bienes y que este dinero sirva para financiar un plan de rehabilitación para drogadictos y alcohólicos.
Por lo tanto proponemos:
- Creación de autodefensas en comunidades, centros de estudio y trabajo azotados por la delincuencia y la represión política.
- Las autodefensas deben ser creadas por los trabajadores mismos aglutinados en las organizaciones populares, sindicatos, comités de bases, comités barriales, cantonales, etc., es decir, producto de la creatividad de la clase obrera para garantizar su seguridad por sí misma. Es nuestro deber intervenir en estos organismos y no alejarnos de las masas.
- Los elementos de los cuerpos de seguridad que deseen participar en las autodefensas obreras, lo podrán hacer con la condición de responder a los intereses de la comunidad y ser regidos por las asambleas de los trabajadores, esto debido a que su carácter represivo estatal -por ejemplo, por intereses económicos, un soldado o policía puede ser comprado para que sirva de saboteador- por ende, pueden jugar un papel reaccionario en las asambleas y grupos de autodefensas.
- Las autodefensas no son grupos de exterminio, ni focos guerrilleros, sino grupos de trabajadores armados garantizándose la seguridad a sí mismos y a los de su clase, electos y controlados democráticamente por una asamblea comunitaria o sindical, deben serelementos del pueblo, organizados por el pueblo, controlados por el pueblo y para la seguridad del pueblo.
Seguridad alimentaria, reactivación del agro
Los jóvenes trabajadores agrícolas y campesinos pobres sufren unas condiciones de vida en las zonas rurales peores que en las ciudades. Viven en muchos casos sin agua, luz y otros servicios básicos, en viviendas inadecuadas e insalubres; además cada día se ven obligados a trabajar, muchas veces, hasta ponerse el sol por salarios de hambre.
¿De qué sirve si se tiene una extensión pequeña de tierra sin créditos estatales baratos, sin opción a adquirir maquinaria moderna, sin el auxilio de ingenieros agrónomos y con fertilizantes caros?
Esta es la política que ha seguido la burguesía durante décadas ya sea bajo el gobierno de ARENA o del FMLN, los paquetes agrícolas no han resuelto el problema fundamental de los pequeños productores, la cual ha conducido a la miseria de los trabajadores del campo. Así que no es de extrañar que el campo sea realmente casi improductivo mientras también se fomentan las importaciones masivas desde los EE UU y otros países a través de los tratados de libre comercio firmados por los gobiernos areneros y que se mantuvieron intactos en los dos periodos presidenciales del FMLN.
No nos oponemos a la inversión en el campo y a la industrialización del mismo. Lo que es inadmisible es que esto signifique mayor desempleo y deterioro al medio ambiente, la industrialización del campo desde el capitalismo no puede ser sustentable con el medio ambiente ni con los puestos de trabajo. La única salida es repartir el trabajo entre todas las manos existentes, sin reducción salarial y desarrollar un plan de industrialización del campo bajo una economía planificada con la tecnología más avanzada para evitar los costes ambientales. La planificación de la economía agrícola desde el Estado asegurará que en todas las cosechas en que se introduce maquinaria participen el mismo número de jornaleros que en la cosecha anterior, disminuyendo cada vez más la jornada laboral y la producción anárquica que perjudica al medio ambiente.
La lucha conjunta es el único camino. De seguir bajo el mismo sistema de cosas son bastante claras las consecuencias a las que nos someterá la clase dominante: más explotación, hambre y miseria; más enfermedades, exterminio físico y cultural y discriminación en todos los terrenos. Por eso los jóvenes marxistas luchamos por:
- El cumplimiento de una reforma agraria revolucionaria que garantice un verdadero reparto de las tierras cultivables.
- Un programa de créditos baratos para el campo, gestionados y controlados en comités tripartitos por un tercio de trabajadores del campo, un tercio de organizaciones sindicales y un tercio de representación de la administración de las tierras.
- Desarrollo integral para el campo contando cada núcleo rural con todos los servicios educativos, comerciales, sanitarios y otros indispensables para evitar la emigración de las zonas rurales.
- Jornada laboral de 34 horas para los trabajadores agrícolas.
- Comités de control de precios de garantía formados a partes iguales por campesinos, organizaciones sindicales y representación del Estado a través del Ministerio de Economía.
- Sistema de seguridad social en el campo, clínicas comunales bien equipadas y con atención integral y un centro de planificación familiar y atención sexual a la juventud por cada pueblo con más de 500 habitantes.
- Plan agrario de empleo para dar trabajo a todo joven mayor de 16 años, sin que esto afecte sus estudios, controlado por una comisión igualitaria formada por un tercio de los sindicatos, un tercio de trabajadores del campo y un tercio de representación del Estado, debiéndose ratificar su ejecución y cumplimiento en asambleas de trabajadores del campo y campesinos en todo el país
- Puesta en práctica de un plan de obras públicas agrario con fondos suficientes para crear puestos de trabajo.
- Plan de capacitación agrícola que tenga por objetivo el derecho de todo trabajador agrícola a recibir la preparación adecuada.
- Confiscación de las fincas no cultivadas o infrautilizadas bajo control obrero y sin indemnización para los terratenientes, unidos a la obtención de créditos baratos por medio de la expropiación de la banca sin indemnización y bajo control obrero
- No al desempleo fruto de la introducción de las maquinarias. Reparto del trabajo existente entre todos los jornaleros por medio de la reducción de jornada sin reducción salarial.
- Ninguna discriminación salarial ni laboral por sexo o por orientación sexual.
Contra la privatización de los recursos, por la administración obrera comunitaria del agua
La derecha siempre ha replicado que la administración privada de nuestros recursos, bienes y servicios siempre será mejor si se encuentra en manos de los capitalistas, sin embargo, a través de la experiencia nos hemos dado cuenta que esto en lo absoluto ha sido así. Cuando los buitres de la empresa privada ponen sus garras sobre los recursos naturales, lo hacen a favor de conseguir amplias ganancias para sus amos. Basta revisar los procesos privatizadores como el de la banca nacional, las telecomunicaciones, la distribución de la energía eléctrica, el sistema de pensiones entre otros; para darnos cuenta de esta realidad. Todos esos procesos privatizadores han demostrado ser en beneficio de los empresarios y nunca en beneficio de los trabajadores y oprimidos del país.
En ese sentido nos oponemos rotundamente a la administración privada de nuestros recursos naturales, en especial del agua. Compartimos las preocupaciones de todos los trabajadores organizados en los sindicatos, colectivos, confederaciones y gremios que han salido a luchar contra la privatización del agua y que ahora se aglutinan en la Alianza Nacional Contra la Privatización del Agua.
Como revolucionarios no nos interesa lavar la cara de las instituciones burguesas del Estado, nos interesa sobre todo demostrar que esas instituciones son corruptas porque son parte de un sistema de dominación capitalista, lo han confirmado a lo largo de su historia, sea cual sea el gobierno que esté, la corrupción se mantiene en distintos niveles. La causa fundamental de que esto sea así, es que no hay intervención directa de las masas obreras de forma organizada en las decisiones de estas autónomas como ANDA y demás instituciones del Estado, esto las hace vulnerables a la corrupción ya que al final terminan sucumbiendo a los intereses de las grandes empresas y no a las necesidades de las masas.
Nosotros por el contrario creemos necesario que el pueblo organizado puede administrar sus recursos naturales. Toda la riqueza del país debe estar en manos de la organización comunitaria de los trabajadores y demás clases oprimidas. En el caso concreto del agua, no se necesita grandes esfuerzos para esto, actualmente el 35 % del agua está siendo administrada por las comunidades, esto es un avance y una muestra de que la administración comunitaria es posible, sabemos que esta administración no es perfecta, pero esto precisamente se debe a que el proceso se hace de forma aislada y sin la intervención de un plan nacional estatal y democrático; sin embargo, por mucho tiempo esto ha sido posible, muchas comunidades organizan la distribución y el mantenimiento de todo lo que tiene que ver con la distribución del agua y en los mejores casos de forma democrática.
Creemos necesario poder desarrollar una lucha defensiva y ofensiva al mismo tiempo, primeramente, para evitar que la empresa privada se agencie el control total y definitivo de la ANDA, y también agitar en favor de la administración comunitaria del agua, pues es la única forma en que podemos tener un sistema eficiente y transparente. Bajo la administración privada es imposible poder tener finanzas publicas accesibles a todos los ciudadanos, porque existe el secreto comercial, esto significa que ninguna empresa que compita en el mercado puede revelar sus costos de producción y ganancias; en cambio con la administración netamente pública no hay un control eficiente de las finanzas y en muchos casos los libros contables no son de carácter público. Una administración comunitaria debe inscribir en sus estatutos el carácter público de sus libros contables.
Con un sistema nacional, democrático y representativo el agua podrá ser administrada y utilizada no para generar ganancias, sino para utilizarla para lo que realmente se necesita, satisfacer las necesidades vitales de la sociedad, esto establecerá las bases para tener una administración planificada del agua y por qué no, de todos los recursos naturales explotables de nuestro país.
Bajo estos argumentos compartimos con todas las organizaciones en lucha nuestra propuesta de un sistema administrador del agua y un ente rector, de carácter comunitario y público. Con el ánimo que pueda fortalecerse a través del debate fraterno de todos los activistas en la lucha contra la privatización del agua.
- Control obrero-comunitario democrático del agua.
- Por un ente rector con representación de los sindicatos y trabajadores, comunidades y juntas de agua, y del Estado.
- Por la conformación de asambleas comunitarias que administren los recursos naturales.
- Por un ente rector regido por una asamblea de delegados.
- Por una entidad democrática con delegados, barriales, cantonales, municipales, regionales y nacionales.
- Por delegados elegidos democráticamente en asambleadde cada sector y con un carácter revocable.
- ¡No a la privatización del agua y de ninguno de los recursos naturales!
Participación ciudadana en los cargos públicos: puesto político, salario obrero
Cualquier compañero del partido revolucionario o del sindicato que ocupe un puesto en el gobierno, alcaldías, Asamblea Legislativa y Parlamento Centroamericano deberá recibir un salario obrero, esto no significa necesariamente el salario mínimo. Se deberá garantizar condiciones que cubra lo necesario para vivir con su familia dignamente. Rechazamos los grandes salarios que hay en los cargos públicos. Esto causa que se conviertan en botín de muchas personas que quieren llegar a aprovecharse del partido para postularse como candidatos, no para servir a la causa del socialismo sino a sus propios intereses o de su camarilla. Esto provoca la formación de una capa de burócratas que se acostumbran a la buena vida y se olvidan de la lucha revolucionaria, esto solo puede ser combatido con la apertura democrática de cada puesto a representación popular, que sean las mismas bases a través del voto directo quienes decidan quién debe representarles y que este no gane másde 3 salarios mínimos y que además su puesto tenga un carácter revocable en cualquier momento. Nuestro objetivo es acabar con las diferentes instituciones burguesas, pero mientras no tengamos la suficiente fuerza para hacerlo debemos participar en ellas luchando contra todos los privilegios que el Estado burgués ha puesto sobre estos cargos.
En la lucha contra la corrupción las propuestas de los políticos tradicionales se dividen entre propuestas demagógicas y propuestas injerencistas, es preciso explicar que la corrupción es inherente al capitalismo, por tanto solo las medidas que vayan enfocadas a luchar en contra del capitalismo pueden iniciar el camino para acabar con la corrupción del Estado. En ese sentido, las propuestas deben venir de reformas que abran el camino para que los trabajadores sean partícipes de mecanismos de control de las finanzas del Estado, que en comisiones tripartitas entre trabajadores no sindicalizados, trabajadores del Estado y sindicatos puedan ser auditores de las finanzas del Estado y brinden informes generales en asambleas de trabajadores por todo el país.
- Debemos exigir la disminución del salario a todos los funcionarios públicos (incluyendo al presidente) y que no sea mayor al de un obrero cualificado.
- Eliminar todo tipo de partidas secretas.
- Contra la corrupción y evasión de impuestos de los grandes capitalistas: luchemos por cuentas transparentes que se pongan a disposición de toda la población para que sepamos en que se usa nuestro dinero, desde el presidencial, hasta el municipal.
- No a la injerencia imperialista a través de Comisiones Especiales contra la corrupción, en su lugar proponemos que comités de trabajadores, sindicalistas y funcionarios sean los que expongan las cuentas de todas las instituciones del Estado.
- Por un Presupuesto de la Nación al servicio de la sociedad con planes para combatir la carestía de la vida, fortalecer el campo, la educación y la salud.
Fin a toda discriminación contra las mujeres ¡igual trabajo, igual salario! ¡La lucha por la emancipación de la mujer, es también la lucha por el socialismo!
Las mujeres en general sufrenbajo esta sociedad burguesa una doble e incluso una triple explotación, como mujeres, como trabajadoras y como amas de casa. Sonobjeto de una discriminación y moral absurda, que le reditúa una mayor ganancia a la burguesía por los bajos salarios que percibeny por todos los quehaceres que realizan, ahorrándole el gasto a la burguesía, por ejemplo de lavanderías públicas, comedores públicos, guarderías, etc. Los marxistas nunca tratamos la problemática de la mujer trabajadora sólo como una cuestión de género. Ésta problemática tiene sus raíces en las relaciones de producción y en el sistema de explotación que están directamente ligadas al sistema capitalista.
Son muchos los empresarios que a la hora de los despidos empiezan por las mujeres y más aún si están embarazadas, casadas o tienen hijos. No nos oponemos a que las mujeres laboren, nos oponemos a las condiciones infrahumanas a las que son sometidas en sus trabajos, acoso laboral, sexual y discriminación salarial son algunos de los problemas que las mujeres sufren en los centros de trabajo y no hay forma de que las mujeres puedan defenderse de esto. Algunas al no encontrar oportunidad de empleo, tienen que continuar con los quehaceres de la casa o en la economía subterránea sin seguro social, prestaciones y aguinaldo. Las que trabajan presentan un alto grado de ausentismo por el cuidado de los hijos e hijas, y aunque esto representa una pérdida para los patrones, éstos no quieren poner un sólo centavo para la creación de guarderías que es un derecho de las trabajadoras.
Debemos luchar contra cualquier discriminación laboral, por igualdad de promoción, capacitación y prestaciones sociales para las obreras. Equiparación de estas condiciones a las trabajadoras domésticas, ya que son ellas las que en muchas ocasiones no sólo soportan la discriminación salarial más descarada, sino que a menudo reciben un trato discriminatorio e incluso de hostigamiento y ataque sexual. Las mujeres al llegar agotadas del trabajo se enfrentan a la faena doméstica y aun cuando los quehaceres se distribuyen en la familia, esto no es suficiente. Para luchar contra la doble explotación de la mujer al realizar los quehaceres domésticos, debemos exigir que el gobierno instale comedores públicos, guarderías y otros servicios a precios baratos. Para conseguir estas reivindicaciones es necesario que las mujeres sean las primeras en las organizaciones del movimiento obrero y juvenil para que asuman la lucha por estas reivindicaciones. Históricamente las mujeres siempre han jugado un papel decisivo en las luchas de la clase obrera por su emancipación, esta vez no tiene por qué ser diferente.
Desde que las mujeres se incorporaron al sistema de trabajo asalariadohan recibido menor pago por su trabajo. En las maquilas que son los trabajos más precarios, más del 90 % son mujeres, quienes sufren todo tipo de atropellos y desigualdades, es necesario acabar con esto. Se debe garantizar trabajo y salarios decentes y no debemos permitir ninguna clase de discriminación contra las mujeres.
La emancipación de las mujeres refleja el grado de emancipación de la sociedad en general, debido a que son unos de los grupos más vulnerados en las sociedades capitalistas, y en El Salvador no es la excepción. En los últimos años ha sido evidente el alza de la violencia en todas sus manifestaciones contra las mujeres, la cual no ha podido ser frenada por las leyes especiales para garantizar una vida libre de violencia, los feminicidios han alcanzado cifras alarmantes, así como los casos por abusos sexuales, violaciones, embarazos adolescentes, y violencia física en todos los niveles, condenas inhumanas por abortos, etc. Todos estos males reflejan lo más podrido del sistema capitalista, el cual es un callejón sin salida para todas las mujeres. Para acabar de una vez por todas con la condición agobiante de las mujeres debemos luchar para erradicar el capitalismo desde sus bases, e instaurar el socialismo.
Luchamos por:
- A igual trabajo, igual salario.
- Guarderías y escuelas primarias gratuitas en cada colonia, barrio y localidad, bien dotadas y subsidiadas por el gobierno bajo control de profesores, padres y organizaciones sindicales.
- Licencia de un año por maternidad para cualquiera de los padres, decidido por ellos, recibiendo el 100 % de salario real.
- Legalización total del derecho al aborto en todos los casos, gratuito y a cargo del Seguro Social en todo el país.
- Creación de centros de planificación familiar y atención sexual a la juventud, en todas las colonias y zonas del país.
- Abolición de todas las leyes laborales o penales discriminatorias para la mujer, como el pedir prueba de embarazo para obtener empleo.
- Lavanderías, comedores públicos y otros servicios básicos baratos a cargo de delegaciones obreras elegidas democráticamente.
- Comités de fábrica y secciones sindicales que asuman la lucha contra la persecución sexual.
- Divorcios financiados en su totalidad por el Estado para la clase obrera y la juventud y sin trabas burocráticas.
- Educación sexual a todos los niveles, sin intervención de la iglesia.
- Legalización total del aborto practicado por especialista y subsidiados por el Estado.
Por una educación pública, gratuita, científica y democrática
Siendo el país más pequeño de Centroamérica, tenemos más de treinta universidades, la mayoría son privadas. Anualmente se gradúan en promedio 90 mil estudiantes de bachillerato, la Universidad pública (UES) no tiene capacidad para absorber ni siquiera la tercera parte de ellos. Esto significa que hay más de 60 mil bachilleres que no pueden aspirar a la educación superior. Todos los años vemos como el proceso de selección de nuevo ingreso en la universidad pública rechaza a miles de estudiantes, estos son los que nutren las universidades privadas. Estos rechazados son seguros clientes para las empresas privadas educativas, que en el peor de los casos dejan de estudiar para incorporarse al mercado laboral que no ofrece mejor alternativa. La situación en la educación primaria y secundaria ofrece un cuadro parecido, por todos lados vemos como aparecen pequeños colegios ofreciendo sus servicios. La pésima calidad educativa en las escuelas públicas, falta de recursos, más el acoso de los grupos criminales provoca una demanda de instituciones privadas donde supuestamente la educación es mejor. Por otro lado, vemos los colegios privados caros, a los cuales asiste una pequeña minoría de jóvenes hijos de la burguesía y la pequeña burguesía. Todo el sistema educativo está montado para que funcione de esta manera. No cabe duda de que la educación se ha convertido en un negocio jugoso para algunos capitalistas. Todos los jóvenes deben tener acceso a una educación de calidad, esto solamente es posible sacando la inversión privada de la educación.
En la sociedad en que vivimos, una minoría de privilegiados es la que controla los medios de producción, la cultura, el arte, la ciencia y también la educación. Ésta refleja cada vez más la división que existe en la sociedad, pues mientras para una minoría hay una educación de élite, la inmensa mayoría, los hijos de los trabajadores, tenemos que soportar una educación pública llena de problemas como lo es la saturación de alumnos en una sola aula, el alto nivel de deserción y reprobación, la carencia de infraestructura, la reducción de presupuesto, cobro de cuotas ilegales a los padres de familia, manifestándose en su expresión más alta al quedarnos sin un lugar para estudiar en la universidad, y ser rechazados.
Pero eso no es todo, ni la educación privada está exenta de los problemas generales. A excepción de unas cuantas universidades de élite, la gran mayoría de escuelas privadas son instituciones de muy mala calidad con programas de estudios inútiles, malas instalaciones y con un profesorado en condiciones absolutamente precarias.
A la par de la organización obrera es necesario tener un programa combativo que enfrente los problemas en conjunto y que de claridad acerca de la orientación del movimiento estudiantil.
- Por una educación pública, gratuita y de calidad accesible en todos sus niveles a todo el pueblo.
- Por una educación laica y de calidad.
- Por apoyos a los estudiantes de escasos recursos.
- Por un puesto de trabajo digno al terminar nuestros estudios.
- Nacionalización de la educación en todos los niveles.
- ¡Fuera la empresa privada de la educación!
- Separación total de la educación y la iglesia.
- Que un porcentaje del dinero que se destina al pago de la deuda externa sea invertido en educación.
- Gasto mínimo del 8% del PIB en educación.
- Una educación pública obligatoria, desde 1 año hasta los 25.
- La creación de un sistema de escuelas infantiles públicas para proporcionar educación gratuita a todos los niños de 1 a 3 años y la ampliación de la atención para los estudiantes con capacidades diferentes.
- No a la saturación de las aulas.
- Reducción del número de alumnos por aula hasta un máximo de 25.
- Un fondo especial para la enseñanza técnica.
- Por un plan de inversiones cada cinco años para la renovación y ampliación de la infraestructura.
- Sistema de becas para los estudiantes hijos de trabajadores, con un monto igual al salario mínimo y otorgamiento sin discriminación por razón de edad, sexo, raza, etc.
- Gratuidad del transporte, material escolar y comedores para los hijos de los trabajadores
- El equipamiento del 100 % de los centros de estudio con aulas, talleres, laboratorios, bibliotecas, salas de cómputo, auditorio, gimnasio, etc.
- El pase automático a la universidad y a toda enseñanza superior, rechazo a los exámenes de selección.
- Contra la privatización de la educación.
- Abolición de las cuotas y pagos de servicios.
- Los plenos derechos democráticos de los estudiantes.
- Derecho a huelga, asamblea y reunión en horas de clase y a la constitución de instancias de delegados por carreras, departamentos, especialidades o consejos de representantes en las escuelas y universidades donde no los exista.
- Proporcionar a la organización estudiantil a través de locales bien dotados para realizar sus actividades.
- La creación democratica de una Carta de Derechos y Deberes para padres de familia y estudiantes en general para todos los niveles educativos y de aplicación en todos los centros del país.
- Nacionalización de la Banca, la Tierra y las grandes compañías constructoras, sin indemnización y puestas bajo control de los obreros, como única posibilidad de llevar a cabo una campaña urgente de creación de nuevos puestos escolares, escuelas infantiles, de educación básica, media y superior para satisfacer las necesidades reales de la sociedad.
Por el acceso a la cultura y la recreación de todos y para todos
Nosotros consideramos que es parte del desarrollo humano, no sólo desde el punto de vista del joven, sino en cualquier etapa de la existencia, el derecho a una recreación constructiva, a desarrollarnos en las ramas de la cultura donde mejor consideremos. Lamentablemente se nos impone un esquema de cultura y recreación que sólo sirve para preservar los valores, las aptitudes y actitudes que son útiles para preservar este sistema. Para mantener a la juventud aletargada, crean una serie de valores ajenos totalmente a nuestro desarrollo natural, crean salidas falsas para que no protestemos o luchemos contra la miseria y explotación.
El sistema capitalista se muestra incompetente para proporcionar a todos los jóvenes las mismas oportunidades para acceder a la cultura y a la diversión. No contentos con explotarnos como mano de obra barata, se nos explota como consumidores cuando buscamos el esparcimiento. Las cadenas de restaurantes, cines, discotecas, auditorios, estadios son todo un gran negocio al que cada vez más se nos hace más difícil asistir. Pero no sólo es eso, se nos ofrece a los jóvenes una visión comercializada, degenerada y pobre de lo que debería ser la diversión. Con centros culturales y de diversión lejos geográficamente de las colonias populares y lejos en el plano económico, se condena a miles de jóvenes a la marginación. Si a esto sumamos el constante desempleo, hallaremos una explicación al vandalismo, la drogadicción y la enajenación característica de los barrios en la periferia de las ciudades.
Debemos luchar por un cambio radical en la concepción y difusión del deporte, en transformarlo de la idea de negocio enajenante, en parte integral de la cultura, educación y de la salud de los niños y jóvenes principalmente. Actualmente vemos cómo hay una carencia total de infraestructura, los jóvenes suelen practicar el deporte en pésimas condiciones y gran parte de los recursos se destinan para fomentar no el deporte sino la violencia.
Es necesario aplicar una política que en primer lugar proporcione una vida digna a toda la sociedad, que transforme las colonias de su condición actual en zonas dignas para vivir y que procure un desarrollo integral de los jóvenes. Rechazamos que la cultura siga siendo el privilegio de una élite y una minoría de intelectuales, donde la mayoría sólo somos meros espectadores.
Por tanto debemos luchar por:
- La construcción de centros de recreación cultural y recreativa en cada colonia para los jóvenes, gratuitos y dotados con salas culturales, talleres de artes, bibliotecas, clubes juveniles, cines y toda la infraestructura necesaria, que estén bajo administración y control de los jóvenes, organizaciones populares y sindicatos obreros.
- Por un plan de fomento y desarrollo del deporte. Destinar recursos suficientes para elevar la calidad del deporte y extender su popularidad.
- Instalaciones deportivas, que cuenten con canchas de fútbol, básquetbol, gimnasios, piscinas, etc., en todas las colonias y barrios con financiamiento a cargo del gobierno y los municipios, administradas por jóvenes y trabajadores.
- Subsidios suficientes para los centros culturales, clubes juveniles, asociaciones vecinales o comunitarias, a cargo del presupuesto municipal y nacional, bajo control de organizaciones juveniles del movimiento popular y sindical.
- Por un plan de turismo juvenil con tarifas de transporte y centros de hospedaje baratos y de calidad
- Nacionalización inmediata sin indemnización de los grandes monopolios de la diversión, como cadenas de cine, empresas organizadoras de conciertos, discotecas, museos y televisión. Puesta al servicio de toda la sociedad a precios accesibles y con orientación social.
- Control obrero de la industria de la diversión.
- Cafés y restaurantes baratos.
- Poner las instalaciones de creación y difusión de la cultura bajo control de jóvenes y trabajadores.
- Facilidades de uso de los estudios de grabación a los grupos artísticos que realicen experimentos y proyectos serios en el campo de la música, de la misma forma en el terreno del teatro, pintura, escultura, literatura, etc.
- Expropiación de fincas y edificios de la burguesía, vacíos o poco utilizados, para la instalación de los centros juveniles de recreación y arte.
Sistema de salud integral
El sistema de seguridad social es una conquista de los trabajadores, porque supera las limitaciones sociales de una medicina privada en la que sólo tenía derecho a asistencia quien tenía dinero. Pero en la medida en que no está bajo control de los trabajadores, sino que su gestión está en manos de elementos que la utilizan en beneficio de los “clanes privados de la medicina”, se convierte en una estafa permanente para las familias obreras.
Ante esto los jóvenes marxistas exigimos:
- Seguro Social universal para empleados y desempleados.
- Socialización de la medicina convirtiendo a ésta en un servicio médico asistencial con gratuidad social de ortopedia, optometría y todos servicios bajo control de una comisión paritaria formada por trabajadores de la sanidad y representantes del Seguro Social.
- 100% de salario real en caso de enfermedad, accidente, viudez, jubilación o invalidez permanente, con escala móvil de salarios.
- Programa de extensión de la medicina preventiva (en la fábrica, colonia y escuelas), especialmente entre los niños, los jóvenes y adultos mayores.
- Impulso de la medicina tradicional e inversión estatal en estudios científicos para su fomento y mejoramiento.
- Por el fomento a la Medicina deportiva y preventiva.
- Distribución gratuita de medicamentos por parte del Seguro Social bajo control obrero.
- Nacionalización sin indemnización de la industria farmacéutica para planificar la producción de medicinas.
- Derechos plenos de actuación por parte de los comités de seguridad e higiene en el trabajo ante la violación de la normatividad laboral.
- Control sanitario por parte de los comités de empresas y asamblea de los trabajadores de la calidad alimentaria de los comedores de las fábricas.
- Plan de extensión de la sanidad rural, con equipo e infraestructura bien dotado en todas las poblaciones rurales.
- Por una educación sexual científica, ajena a prejuicios religiosos.
- Abolición total de la medicina privada.
- Un mayor impuesto al alcohol y cigarros, destinándolo al gasto para el sector salud.
- Por la reconstrucción de los hospitales nacionales en todo el país y por la construcción de más hospitales integrales y de calidad totalmente gratuitos.
Por acceso a la vivienda digna
La vivienda es un derecho básico para todo ser humano. Sin embargo, es uno de los principales problemas que tiene la clase obrera y los jóvenes en todo el país. La avaricia desmedida de lucro permite que existan casas sin gente y gentes sin casas dentro de este sistema de explotación. La vivienda es uno de los sectores donde más se da la especulación. En un año pagar un alquiler de una vivienda economica significa por lo menos, seis salarios minimos.
Debemos luchar por la obligatoriedad de rentar a no más del 20% del salario mínimo, todas las viviendas vacías e infrautilizadas, deberían ser expropiadas, con indemnización sólo en casos de necesidad comprobada, en la situación de que se negaran a rentar, vender o utilizar.
Las malas condiciones de vida, la falta de viviendas y el aumento astronómico de los alquileres, son problemas que afectan a la gran mayoría de la clase trabajadora. Pero tienen sus consecuencias más nefastas entre la juventud. El problema de la vivienda provoca enormes fricciones y choques en las jóvenes parejas. O bien nos vemos obligados a vivir con los suegros, con todos los problemas que esto conlleva, o tenemos que vivir en condiciones infrahumanas.
La lucha por unas condiciones de vida dignas debe empezar por la lucha de una vivienda digna para todos, como un derecho social.
Ante esto los jóvenes socialistas exigimos:
- Revisión de la Ley de Inquilinato, una renta no debe rebasar el 20 % de salario mínimo.
- Plan de dotación de servicios de salubridad a las viviendas sin agua, luz, o condiciones higiénicas, bajo el control de comités urbanos y/o comunitarios en acompañamiento del Estado.
- Plan de obras públicas para la creación de viviendas necesarias con el objetivo de acabar con la precariedad y el hacinamiento en las viviendas obreras.
- Expropiación de las viviendas vacías o infrautilizadas, sólo en caso de necesidad comprobada expropiación con indemnización.
- Adecuación de la vivienda para discapacitados.
- Revisión y control obrero del suelo urbano por comités paritarios de trabajadores de la construcción, para los asentamientos irregulares.
- Planes de crédito público, bajo control obrero para vivienda, a trabajadores con 15 días de ingreso a su centro de trabajo, sin discriminación por cuestión de ingreso salarial.
¿Cómo se sostendrán todas estas políticas en beneficio de la mayoría?
En nuestro país la banca está manejada fundamentalmente por bancos internacionales. El dominio de la burguesía imperialista a nivel mundial es más que evidente. Esto significa que nuestra economía está en manos de banqueros que no les interesa en lo más mínimo el bienestar de ningún país, sino sacar el máximo provecho posible y llevarse sus ganancias para afuera. También nos refleja la subordinación de la burguesía nacional a sus patrones, la burguesía imperialista.
La nacionalización de la banca no significa expropiar los depósitos de los ahorrantes. Al contrario el Banco Nacional podrá garantizar mejores condiciones para ellos. Igualmente el Banco Nacional garantizará crédito barato para los pequeños comerciantes, los campesinos y en general para los pequeños negocios que así lo requieran. Lo más importante aún de todo esto es que toda la economía manejada por una sola entidad financiera estará el servicio de la mayoría de la sociedad, es decir, los obreros y campesinos. ¡Expropiación de los monopolios, transnacionales y bancos sin indemnización y bajo control obrero!
Es posible luchar por el socialismo
La burguesía desde hace ya algunos años ha desarrollado una campaña en contra de la lucha por el socialismo diciendo que esas son ideas absurdas, “utópicas”. Y nos ponen como ejemplo para su inviabilidad la experiencia de los países de Europa del Este o Venezuela. Por ello es común escuchar cuando se habla de socialismo argumentos como el de “eso ya pasó”, “ahora hay que luchar por la ecología”, “hay que crear una alianza verde, morada, rosa” etc.
Por otro lado, con lo que respecta al llamado fracaso del socialismo, tenemos que decir que los países mal llamados “socialistas” eran en realidad regímenes donde una casta de funcionarios privilegiados había usurpado el poder a los trabajadores a través de una terrible dictadura. En el socialismo el motor de la producción debe ser la satisfacción de las necesidades de la sociedad, especialmente las de los trabajadores. Esto sobre la base de una planificación democrática de la economía. En el caso de estos regímenes la casta de funcionarios exprimía gran cantidad de excedente por medio de la corrupción y el despilfarro. La no existencia de mecanismos de poder real de los trabajadores provocó paulatinamente un freno a la economía.
Cuando una revolución derriba el poder político y económico del capitalismo, se debe establecer necesariamente la expropiación de los principales medios de producción y de la banca a los capitales más poderosos para establecer una economía planificada, base sobre la cual se dirigirá la transición al socialismo en el terreno económico. Junto a esta base material se debe desarrollar un nuevo tipo de régimen político, una democracia obrera basada en instrumentos de poder político como los consejos obreros (soviets en Rusia).Aún cumplidas estas condiciones es necesario una extensión de la revolución que le permita consolidarse. Si la condición de democracia obrera no se cumple, entonces los elementos de la burocracia actúan sin control y asumen el poder político, y mediante la corrupción y el abuso empiezan a estorbar el desarrollo de la economía planificada. Esto fue lo que pasó en todos los países llamados socialistas.
La economía planificada demostró en los hechos su superioridad, llevó a un país semifeudal como Rusia a ser la segunda potencia industrial y militar del planeta en unas cuantas decenas de años con tasas de crecimiento anual de más del 20 %. El caso de Rusia no es el único, también está China que en la misma época en que la India lograba su independencia, instauró una economía planificada que la ha llevado a estar en tamaño entre las primeras economías del mundo. También podríamos citar el caso de Cuba que, con respecto a América Latina, tiene logros inigualables en salud, educación y seguridad social, y que entre otras cosas ha sobrevivido al embargo estadounidense. Todo eso se debe a la economía planificada una de las condiciones, pero no la única, del socialismo científico.
La existencia de la propiedad privada sobre los medios de producción y el Estado nacional llevan a crisis cada vez más generales a la sociedad capitalista. Bajo el dominio de los grandes monopolios y transnacionales, los principales avances de la humanidad no están siendo utilizados en provecho de la mayoría, sino de una capa de privilegiados. Todos los días vemos esta situación en los países del llamado tercer mundo, donde la burguesía nacional dispone de fabulosas ventajas y vive en medio de un lujo insultante, mientras que la gran mayoría es condenada a condiciones de vida humillantes.
La juventud y los trabajadores no tenemos nada que ganar bajo este sistema por eso sólo mediante la expropiación de los ricos, nacionalizando los monopolios, la banca y la tierra bajo el control democrático de los trabajadores, podremos utilizar los colosales recursos que ya existen para resolver los problemas de la clase obrera y sectores oprimidos. ¿Cuántascosas podríamos hacer si esos recursos estuviesen en una economía planificada para resolver los problemas de empleo, salud, educación, vivienda, trabajo, recreación, etc.? Con los avances tecnológicos podríamos reducir la jornada de trabajo con aumento del nivel de vida. De esta forma podríamos construir una sociedad verdaderamente democrática donde librados de la lucha cotidiana por lo indispensable, participemos de manera consciente en las principales decisiones políticas, económicas y culturales de la sociedad.
El camino es difícil, pero se tiene que emprender de manera decidida, la elaboración de un programa como este es un elemento fundamental.
En toda su historia, la clase obrera y el pueblo nunca han conseguido nada excepto a través de duras luchas. Si nosotros limitamos nuestro programa a lo que la burguesía esté dispuesta a concedernos, será mejor olvidar todo el asunto e irnos a casa, ya que sin lucha la clase dominante nunca estará dispuesta a concedernos nada.
Es verdad que varias reivindicaciones del programa no pueden ser alcanzadas inmediatamente, ya que suponen un cambio radical del actual orden social. Pero precisamente por esto es necesario defenderlas aquí y ahora como una manera muy concreta de demostrar a la clase trabajadora y demás capas oprimidas que la solución definitiva a sus problemas es incompatible con la existencia del capitalismo. En la medida en que la clase trabajadora tome consciencia, a través de la lucha reivindicativa, de la necesidad de la transformación de la sociedad, estaremos templando las fuerzas para lograr este objetivo.
Mientras una pequeña minoría monopolice la propiedad de los medios de producción, apropiándose de toda la riqueza creada por la clase trabajadora no puede haber justicia, ni igualdad, ni solución alguna para los problemas de la juventud. Por ello desde ahora hacemos un llamado a toda la juventud de las fábricas, del campo, de las escuelas y universidades a unirse a nosotros para luchar por una nueva sociedad. Por una sociedad que termine para siempre con la pesadilla de la opresión, la miseria y la explotación… ¡la sociedad socialista!
Lucharemos contra cualquier manifestación de opresión, discriminación o injusticia. Queremos las reivindicaciones democráticas más avanzadas. Las reivindicaciones que realmente significan un paso adelante para la clase trabajadora y la juventud. Debemos confiar en nosotros mismos, en nuestras propias fuerzas, en la fuerza de la clase obrera.
Sólo uniéndonos y movilizándonos la mayoría de los jóvenes y trabajadores explotados y oprimidos podremos usar conscientemente nuestra inmensa fuerza en torno a un programa auténticamente socialista que se base en la nacionalización de la Banca, los latifundios y los grandes monopolios sin indemnización, bajo el control democrático de los trabajadores. Sólo así abriremos las puertas a una sociedad sin clases donde sea realidad la igualdad de oportunidades para todo ser humano.
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