Los trabajadores y trabajadoras de la zona franca textil del municipio de San Marcos, organizados en el Sindicato Salvadoreño de Industrias Textiles y Similares (SSINT), han venido haciendo reiteradas denuncias de violaciones a sus derechos laborales por parte de la patronal de las empresas donde ellos laboran.
Estas personas, en su mayoría mujeres, laboran en diferentes maquilas entre ellas la empresa FyD, en las cuales producen piezas de vestir para marcas internacionales como ADIDAS, Reebok, Hugo Boss, Dolce Gabana, Lacoste, FILA, Nike, Tommy, Cappa, NBA, Fubu, entre otras. que obtienen grandes ganancias a partir de los bajos salarios que pagan a estos trabajadores y trabajadoras salvadoreñas. Este sector de la industria textil también representa uno de los más grandes porcentajes de exportaciones del país, generando ingresos importantes para el Estado.
La clase trabajadora ha sido la más afectada por los estragos de la pandemia del Covid-19; la paralización inevitable de la producción y del comercio y las condiciones de confinamiento domiciliario durante la cuarentena obligatoria impuesta por el gobierno ejecutivo entre marzo y agosto del pasado año 2020 trajo como consecuencia despidos masivos sin pago de indemnizaciones, y en los casos que los trabajadores continuaron contratados no recibieron salario ni ningún tipo de compensación económica por parte de las empresas a pesar de que el gobierno ordenó que se debían pagar los salarios a los trabajadores en cuarentena y prometió que iban a subsidiar a las pequeñas y medianas empresas para asegurar la economía de la clase trabajadora.
Sin embargo los trabajadores y las trabajadoras de esta zona franca aseguran que hasta la fecha sus demandas legítimas han sido ignoradas y hasta burladas por el Ministerio de Trabajo y Previsión Social, cuyo ministro había prometido evitar despidos y asegurar los salarios de los meses de la cuarentena a los trabajadores. Por lo cual la empresa FyD sigue sin pagar ningún salario de los meses de confinamiento.
Las empresas de las marcas internacionales tampoco han cumplido las normas requeridas para el funcionamiento en el país y tampoco sus compromisos con empleadores locales y trabajadores. El sindicato SSINT hizo la gestión a través del Consorcio de Los Derechos de Los Trabajadores (WRC por sus siglas en inglés) para exponer su situación y sus demandas a las empresas internacionales y consiguieron obtener una respuesta “positiva” para poder llegar a acuerdos y facilitar “el pago de los salarios caídos”, garantizar los derechos de los trabajadores y llevar de cerca las investigaciones sobre los abusos cometidos por la patronal y sus esbirros.
Sin embargo, nada de lo anterior se ha hecho efectivo hasta la fecha, los trabajadores y trabajadoras viven tiempos de desesperación frente a los abusos y el acoso por parte de la patronal, las mesas de diálogos quebradas y suspendidas por los patronos, incertidumbre sobre los procesos para lograr el pago de los salarios caídos y falta de información sobre el mismo.
Por lo cual demandan:
1- Respuesta inmediata por parte de las empresas internacionales de las marcas para las cuales producen
2- Se agilice y garantice el pago de los salarios caídos e indemnizaciones por despidos injustificados a raíz de la pandemia
3- Se facilite información verídica y real sobre el proceso en cuestión
4- Se incluya en el pago de los salarios caídos en la cuarentena 2,020, a todos los trabajadores y trabajadoras que se encontraban en planilla desde el 1 de marzo del 2020 hasta la fecha actual, y que, por razones de despido, renuncia voluntaria, etc. ya no laboran en la las empresas
Asimismo los compañeros y compañeras del sindicato SSINT hacen un llamado a las demás organizaciones y sindicatos de trabajadores y trabajadoras, organizaciones de izquierda, organizaciones e instituciones defensoras de los derechos humanos, de los trabajadoras y de las mujeres, a que se unan a su lucha y hagan eco de sus demandas. Porque la clase trabajadora es la más afectada por la crisis económica y por los estragos de la pandemia del Covid-19 y se ha visto extremadamente empobrecida y endeudada en los últimos años, mientras los empresarios internacionales han mantenido e incluso aumentado sus ganancias, al igual que los gobernantes han aumentado sus ingresos.
La clase trabajadora lucha por vivir el día a día, cargando una cruz muy pesada sobre sus espaldas, luchando por sobrevivir meses sin salario mientras las empresas mantienen su inhumana posición y guardan silencio, por eso es importante que la sociedad nacional e internacional se den cuenta de los abusos que sufren los trabajadores y trabajadoras salvadoreñas.
Asimismo el sindicato exige a los representantes del Consorcio de Los Derechos de Los Trabajadores en El Salvador que ejerzan una presión real contra las empresas de las marcas internacionales las cuales alardean de cumplir los convenios y de ser solidarios con el obrero y la obrera y en realidad se aprovechan de su fuerza de trabajo y de sus capacidades para producir.
¡Que la crisis la paguen los ricos! ¡Los trabajadores y trabajadoras no son carne de cañón!