A la primera línea sin protección: médicos como carne de cañón

Las condiciones laborales del personal de salud se han recrudecido durante la atención a la pandemia por Covid-19, y la cifra de fallecidos entre el personal médico para el 15 de julio era de 26, lo que posiciona a El Salvador con una tasa de letalidad de médicos del 9%, muy superior a la de otros países centroamericanos (0% en Guatemala, 2% en Honduras y 5% en Costa Rica), y de otros del resto del mundo.[1]

Una de las principales exigencias del sector salud es la dotación de equipo de bioseguridad adecuado para el tratamiento de pacientes activos de Covid-19, y ante la falta de la provisión por parte del Estado, cada trabajador ha tenido que comprar los implementos necesarios para su seguridad en la atención de pacientes activos. Esta deficiencia es la que ha cobrado más víctimas entre el personal médico.

Mientras que otros sectores productivos se han confinado en sus casas, el sector salud se ha mantenido activo durante toda la pandemia y ha cargado con todas las limitaciones que esto ha implicado, desde discriminación, sobrecargo de trabajo, hasta dificultades con la movilidad a falta del transporte regular. 

Un trabajador del Hospital Bloom nos narra su experiencia ante el mal manejo de la pandemia por parte del gobierno:

“Hay una mala organización del ministerio de salud y del Seguro Social que se ha visto bastante golpeado durante la pandemia, aunque el Seguro estaba más preparado en cuanto a insumos y recursos económicos, pero se aprobó un préstamo de 25 millones de dólares que saldrá de las cotizaciones de todos los contribuyentes. Esto complica las cosas porque en el seguro hay problemas de liquidez para pagar salarios y ya se ha visto también en el ministerio de salud”.

Este tipo de medidas desesperadas han sido tomadas debido a la poca capacidad práctica que tiene el nuevo Hospital El Salvador para atender a los pacientes infectados, el cual fue inaugurado apresuradamente por la presión social, sin estar equipado completamente para su funcionamiento completo.

“Otro punto importante es que al inicio el personal de salud ha estado sin equipo de protección temporal, sin capacitaciones, había un mal manejo de los insumos, los que tenían no eran los adecuados y eso permitió que el personal se contagiara; no solo personal de primera línea sino personal comunitario y personal que no estaba asignado para atender pacientes con Covid, muchos de los infectados no son de primera línea, ni del Hospital de Cifco, algunos son de clínicas comunales, de unidades de salud o de otras dependencias del Estado que no tienen que ver con la atención de la pandemia”.

La saturación de hospitales aumenta el riesgo de contagio entre el personal médico, que se ha visto reducido no solo por las víctimas fatales sino por los casos positivos que requieren aislamiento y la tarea de combate a la pandemia que cada día es mayor queda en manos de un personal que se contagia y se reduce rápidamente por las razones ya expuestas.

“Eso responde a la falta de equipo de protección adecuado o a la falta de capacitación de cómo usar el equipo asignado, porque podes contaminarte de Covid, por ejemplo, quitándote el traje, sin pacientes enfrente. De nada sirve tener el mejor equipo de protección sino te capacitan como usarlo.”

El personal de salud salió a las calles a exigir una cuarentena estricta para bajar la curva de contagios y al mismo tiempo solicitan que se les realicen pruebas de Covid-19 al personal, a quienes se les han negado de forma reiterada y quienes son los que están más propensos a contagiarse:

“A partir de las exigencias del personal que estaba trabajando con bolsas plásticas en lugar del equipo adecuado, como se veía en algunos videos, hoy hay más trajes pero están destinados solo a las áreas de atención del covid, pero en lugares como el Hospital Rosales, que también está afectadísimo, el personal no anda con el equipo adecuado para atender pacientes con covid. En estos lugares la atención al paciente no es la correcta y la protección del personal tampoco.

Por otra parte no hay una cifra real, y si la tienen no la dan a conocer, de cuanta es la cantidad del personal de salud que está siendo infectado, y aquí se incluye el personal de limpieza, motoristas, etc.”

Ante estas declaraciones queda expuesta la necesidad de un sistema de salud integral basado en la prevención y no en el lucro privado. Ejemplo de ello ha sido el sistema de salud en Cuba, el cual se ha destacado por su manejo de la pandemia, que para el día 6 de julio reportaba solamente 29 nuevos casos, sin ningún fallecido[2]; mientras que nuestro país informa de 425 nuevos casos y 15 personas fallecidas.


Notas:

[1] El Salvador tiene la letalidad por COVID-19 en médicos más alta en Centroamérica https://www.elsalvador.com/eldiariodehoy/personal-sanitario-medicos-taza-letalidad-covid19-coronavirus-el-salvador/734216/2020/

[2] Cuba reporta 49 nuevos casos de COVID-19, ningún fallecido y 13 altas médicas http://www.cubadebate.cu/noticias/2020/08/06/cuba-reporta-49-nuevos-casos-de-covid-19-ningun-fallecido-y-13-altas-medicas-video/#.XyxthohKjIU

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