Pensiones: millonario negocio para los dueños de las AFP, estafa para los trabajadores y el Estado

En diciembre de 1996 se privatizaron las pensiones con la creación de las AFP´S calcando el modelo privatizador chileno impuesto por la dictadura de Pinochet, el cual ha estado en crisis durante muchos años y últimamente hemos visto un rechazo de los trabajadores chilenos con protestas multitudinarias y paros convocada por la coordinadora NO+AFP. 

Con esto debería ser suficiente para concluir que las pensiones NO deben estar en manos privadas, sin embargo, los medios de comunicación masivos de derecha juega su papel engañando buena parte de la población haciéndole creer que el gobierno le quiere robar su dinero, el cual está mejor en las “honradas” manos privadas. 

Hay millones de razones para que defiendan a capa y espada el sistema privado.  Según podemos leer en la web de ADESES (www.cartaeconomica.com), las AFP han obtenido ganancias por más de $252 millones desde 2000 al 2014, un promedio anual de $18 millones que equivale a  $1,5 millones mensuales.

Hace unos días la llamada Iniciativa Ciudadana por las Pensiones (ICP) la cual representa, supuestamente, a más de 50 organizaciones presento una propuesta de reforma.  Curiosamente esta cuenta con el apoyo de la empresa privada.  Tanto Luis Cardenal Presidente de la ANEP, como Javier Steiner presidente de la Cámara de Comercio la han bendecido. 

Aunque no conocemos en detalle el documento, nos basta con lo que han divulgado los medios de comunicación, los cuales se han esforzado en pintarla muy bonito para que una vez más muchos acepten los nuevos espejitos. Proponen subir el monto de la cotización del 13% actual al 15%, de esto 10% será para pensión y el otro 5 para fondo de reserva, el cual supuestamente le garantizaría al jubilado mantener su pensión luego que se le terminen sus ahorros.   Cualquiera puede concluir que si no alcanza con 13% para una pensión vitalicia, mucho menos con el 10.  También proponen que bancos y aseguradoras puedan recibir estos recursos a parte de las AFP. En otras palabras, todos quieren un pedazo de pastel.

 Además proponen que a los 10 años el cotizante pueda pedir prestado parte de sus ahorros  y si por alguna razón no lo devuelve, tendría que trabajar más tiempo para reponer el dinero perdido.  Es decir que le aumentaran la edad de jubilación.  Hay muchos detalles más, pero con esto es suficiente para llamar la atención a los trabajadores acerca de la lógica de esta propuesta que satisface los intereses burgueses al garantizarles seguirse enriqueciendo a costillas de nuestro sudor.

El gobierno presentó su propuesta el año pasado, que básicamente consiste en un sistema mixto donde una parte de las cotizaciones alimentaran la parte privada y otra la parte pública.  La carga pesada  de la deuda previsional presiona las finanzas gubernamentales que en más de una ocasión ha manifestado la posibilidad de no pagarlas por falta de liquidez.  Con la privatización se le quitaron los ingresos y le dejaron las obligaciones.  Con el agravante que en el camino se han aprobado reformas que le aumentan la carga financiera. Como el decreto 100 (septiembre 2006) que garantiza pensión vitalicia pagada por el gobierno por medio de los certificados de traspaso (CIP), al agotarse el ahorro que administra la AFP. 

En abril de este año se jubilan los primeros “obligados” que son aquellas personas obligadas a cambiarse al nuevo sistema previsional en 1998.  Saben que con el actual sistema los ahorros solamente les alcanzaran aproximadamente para cinco años de pensión y luego recibirán la pensión mínima de $207,00 por parte del gobierno. 

El INPEP garantizaba pensiones con monto bastante elevado y vitalicio. Es cierto que había algunos problemas y que era necesario hacer reformas para garantizar su sostenibilidad, pero No era necesario la privatización.  La lógica neoliberal parte del supuesto que todo es mejor si está en manos privadas. Después de más de 25 años de neoliberalismo, es claro que aquello era totalmente falso.

En vez que las millonarias ganancias vayan a parar a los bolsillos de unos cuantos ricos, se pueden utilizar como un fondo de reserva técnica que garantice la sostenibilidad del sistema sin necesidad de meter la mano al bolsillo de los trabajadores.  Independiente de si las cotizaciones se manejan en fondo común o en cuentas individuales, la nacionalización es la única forma de garantizar pensiones dignas y vitalicias para los jubilados.

¡Luchemos por la nacionalización de las pensiones!

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